El ministerio de nuestro Señor Jesús fue un ministerio pastoral y magistral. Sobre los milagros y sus predicaciones, su ministerio es más reflejado por sus enseñanzas. Sus enseñanzas fueron dinámicas y profundas por medio de parábolas, comparaciones y aclaraciones en el cual confirmaba su propósito en la tierra. Nuestro Señor Jesús a estableció la tarea del magisterio como un ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo. En el libro de Efesios el Apóstol Pablo explica una unidad de oficios dentro del cuerpo de Cristo para “perfección de los santos.”
[Efesios 4:11-23] — 11 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.”
Es importante el desarrollo de maestros en una iglesia para experimentar crecimiento en nuestra generación. El magisterio es una carrera no reconocida dentro y fuera del Señor y muchas veces menospreciada pero Dios usa a los maestros como un instrumento para moldear y cambiar vidas permanentemente.
1. El maestro debe ser motivador. El maestro debe de crear ideas, áreas de trabajo, excursiones y recompensas para motivar a sus alumnos para aprender.
2. El maestro debe ser humilde. El maestro jamás debe ser jactancioso y soberbio. El maestro debe demostrar humildad sobre toda su sabiduría para poder motivar a los demás a aprender.[Mateo 11:29] — Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”
3. El maestro debe ser ejemplo. El maestro debe de siempre mostrar la integridad, rectitud, santidad y ser transparente dondequiera que este. El maestro debe vivir lo que enseña y demostrar moralidad dentro y fuera de su casa.[1 Timoteo 4:11-13] — Esto manda y enseña.12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
4. El maestro debe ser justo. El maestro de ser neutral y no crear favoritos dentro de una enseñanza. Siempre habrá alumnos sobresalientes y con buena conducta pero el maestro debe de tratar a sus alumnos igual aunque sea difícil liderar con caracteres diferentes.[Mateo 20:20-28] — Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. 21 El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. 23 El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. 24 Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. 25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
5. El maestro debe ser sabio. Todo maestro debe buscar todas las herramientas necesarias para perfeccionar su oficio. Como maestros debemos escudriñar las escrituras y estar al tanto del mundo para poder contestar cualquier pregunta que haga un alumno.[Juan 5:39] — “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.”
El alumno es una persona muy importante para el maestro porque sin el alumno no existe la enseñanza. Todos aprendemos por lo tanto todos somos alumnos. Jesús llama a sus doce alumnos como discípulos. Todos somos discípulos de Cristo y discípulos de nuestros pastores.
1. El alumno debe ser respetuoso. El alumno siempre debe de guardar respeto hacia su maestro. El maestro es una persona con experiencias y sabiduría y por lo tanto aunque a veces no estemos de acuerdo con lo que enseña siempre debemos respetarlo por lo que él es. Si el maestro enseña algo que no es basado a la palabra de Dios, el alumno debe de demostrar su corrección con amabilidad y con pruebas.[Juan 6:60-61] — “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? 61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?”
2. El alumno debe ser perseverante. Aunque la enseñanza pueda ser difícil, ella nos capacita para ser mejores creyentes para la Gloria de Dios. El alumno debe siempre mantener su perseverancia y su constancia para alcanzar el favor de Dios.[Galatas 6:9] — No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
3. El alumno debe de tener integridad. El alumno siempre debe de mantener su integridad, su honestidad y su rectitud. Siempre debe recibir la enseñanza con humildad y nunca en mentira.[Josue 24:14] — Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.
4. El alumno de estar motivado. El alumno siempre debe de tener en la mente el final de su carrera. Nunca debemos mantenernos a aprendices. Nunca debemos rendirnos. Siempre tenemos que tener la esperanza y la fe de que toda enseñanza nos ayuda para nuestro bien.
La iglesia debe ser autónoma y desarrollar maestros y profesores llenos de la palabra de Dios y de toda sabiduría. La iglesia debe desarrollar ministros, departamentos de educación cristiana, escuela dominical, estudios bíblicos, conferencias y toda estrategia para experimentar un crecimiento espiritual, numérico y desarrollar una generación de líderes en nuestra sociedad.