A través de avances tecnológicos en nuestro mundo moderno, todo se ha convertido instantáneo. Desde la comida rápida en microondas hasta cobertura de internet más rápida del vecindario. Vivimos en el tiempo de “aquí para allá.” Hoy en día, el humano vive afanado, estresado y atrasados con el tiempo. El tiempo para Dios y la vida social se está ignorando cada vez. ¿Cuántas horas hay en un día? La respuesta es muy fácil: 24 horas al día. En esas 24 horas, ocho son para trabajar o ir a la escuela y ocho para dormir. Dios nos ha otorgado ocho horas para el uso personal. Es necesario aprovecharlas y usarlas con sabiduría. Si miramos la exhortación de Jesús hacia el afán de Marta, podemos ver que la rutina diaria, de mandando y quehaceres, puede llegar al afán. Es importante dividir el tiempo y presentarlos delante de Dios.
Lucas 10: 38-42 — 38 Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
1. Tiempo con DiosIsaías 55:6 — Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en Tanto que está cercano.
Es importante tener abrir un espacio en nuestro tiempo para una intimidad con Dios en donde entregamos nuestras cargas y nuestros afanes. A veces el ministerio, el liderazgo, la familia y el trabajo nos distraen de la necesidad de buscar a Dios. Esto es muy peligroso porque resulta en una frialdad espiritual.
2. Tiempo con la FamiliaLas familias deben permanecer juntas, mantener la confianza y la comunicación entre sí. Las familias deben tener un tiempo de descanso, recreación y de diversión para cultivar y mantener la unidad.
3. Tiempo Conyugal Colosenses 3:18-19 — Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Los matrimonios deben edificar su amor entre sí para poder enfrentar todo obstáculo que venga contra ellos. Al administrar el tiempo, las parejas deben tener su tiempo íntimo como un tiempo de reelección y salidas para mantener el amor vivo.
4. Tiempo Personal 1 Corintios 6:19 — ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Debe haber un tiempo personal para alcanzar el bienestar del cuerpo. Siempre es bueno tratarse bien y amar su cuerpo al mantenerse saludable para agradar a Dios y prolongar su expectativa de vida.
5. Tiempo con el NecesitadoMateo 25:35-39 — Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Debemos mostrar amor al necesitado y mostrar el agradecimiento a Dios por lo que tenemos y compartírselo al que no lo tiene. Hay personas que no tienen las bendiciones que Dios nos ha dado y es nuestra responsabilidad abrir tiempo para hablarles de Cristo.
6. Tiempo al Servicio del Señor
Salmo 100:2 — Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo.
Como redimidos y siervos de Cristo debemos servir en su casa con alegría desarrollando nuestros talentos y habilidades para beneficio de nuestra iglesia.
Dios quiere que aprovechemos el tiempo de nuestra vida con sabiduría sabiendo que los tiempos son malos. Vivimos en tiempos cruciales en donde lo primordial es vivir para Dios y esperar su venida.
Efesios 5:15-16 — 15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.