El pastor Carlos G. García declaró el 2017 como el año de la unidad. En un nación dividida, no hay mejor tiempo como el 2017 para declarar la unidad. Estos últimos meses, nuestro país se ha enfrentado ante la división y la discordia. Ante las elecciones presidenciales, la nación se ha enfrentado ante el odio, el racismo, la discriminación y la ignorancia. Dios nos ha llamado, como iglesia cristiana en Boyle Heights, para que nos unifiquemos como el cuerpo de Cristo, no para excluirnos de lo que sucede, sino para pelear por la justicia de nuestro prójimo. Este es el año donde Dios demanda a que actuemos en misericordia.
Mateo 12:25 declara que un reino o una nación divida se encuentra vulnerable ante el enemigo. «…Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.» Con esta cita vemos que a donde reina el caos, reina Satanás. El comienza a gobernar cuando no hay obediencia y arrepentimiento.
La unidad genera protección, armonía, poder y orden. Dios habla, por medio de su palabra de que el nos encuentra agradable cuando ve un pueblo unido en armonía. «Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía» (Salmo 133:1). Dios se regocija en un pueblo unido. El mora en una iglesia que se mantiene consagrada y obediente a su palabra. Este año, no dejemos que el odio y la maldad nos llene de temor. Dejemos nuestras diferencias y unifiquemos en Cristo. Juntos nos fortalecemos y venceremos a nuestros enemigos.